Cada 18 de noviembre se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, una iniciativa impulsada por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de la Enfermedad (ECDC). Se viene celebrando desde 2008. Su objetivo es concienciar sobre los riesgos asociados al uso inadecuado de los antibióticos y sobre cómo utilizar los antibióticos responsablemente, para prevenir la aparición y el desarrollo de resistencias.
Los antibióticos se utilizan para tratar infecciones producidas por bacterias. La fiebre, el catarro, los mocos, el dolor de garganta o la gripe no son infecciones bacterianas, por lo que no se curan con antibióticos.
Se ha comprobado que ha habido un aumento del consumo de antibióticos en todo el mundo y España es uno de los países que está a la cabeza, por lo que es importante la concienciación para su uso prudente y racional.
Este consumo elevado tiene consecuencias importantes, ya que aumenta la resistencia de las bacterias, es decir, que conduce a la pérdida de la eficacia de los antibióticos para tratar las infecciones. Por ello, es importante no automedicarse, los antibióticos siempre los tiene que recetar un médico.
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